martes, 12 de junio de 2012

PORQUE CUANDO OCURREN COSAS POSITIVAS TAMBIÉN SE CUENTAN.


Quiero  expresar mi más sincero agradecimiento a todas las personas que se interesaron por el caso de mi padre, pero realmente no me alcanzarían las hojas para poder hacerlo.
Porque por sobre todas  las cosas, pienso que, uno como ser humano tiene que ser agradecido  a la vida, principalmente por poder contar con tantas amistades que ayudan de manera incondicional a sortear los obstáculos que se cruzan día a día.
Porque entiendo claramente que muchas veces las cosas no salen como uno las planifica, pero a su vez, considero que el minuto a minuto nos va poniendo a prueba en cada desafío que se nos plantea como sociedad.
Por lo general, siempre se aprende de las cosas buenas y de las cosas malas, pero debemos aprender que la conjugación de las dos cosas es vital a la hora de pasar raya,  dejando atrás los momentos en los que más sufrimos, porque corrió riesgo la vida de un ser querido.
Que la lucha ha sido dura es cierto, pero ello nos debe fortalecer y ayudar a redoblar esfuerzos, cuando creemos firmemente que un problema se puede superar.
Conforme hace algunos días,  cuando ponía el grito en el cielo para que mi padre fuera atendido debidamente por el FNR, hoy con mi mensaje quiero dar una señal de aliento, para que lo que le pasó a mi viejo no vuelva a ocurrir con otros usuarios de la salud, tanto pública como privada de nuestro país.
Digo esto, porque creo que no es devoción de nadie, que un número importante de habitantes se sienta avasallado por una negativa de los que circunstancialmente se encuentran en la toma de decisiones, y que por ende,  innecesariamente, o quizás sin ponerse en el lugar del otro, ponen en riesgo la salud de muchas personas.
Quiero explicar, que hoy di lucha para que mi padre lograra el objetivo de que el Fondo Nacional de Recursos le cubriera el costo del cardiodesfibrilador, pero sinceramente la pelea no fue fácil, hubo que golpear muchas puertas de manera incansable, al igual que los cientos de llamados telefónicos que se debieron efectuar  por  parte de los integrantes  de mi familia.
Hoy, con razón lo digo, me siento muy emocionado y orgulloso del padre que tengo, el que lucha tras lucha salió adelante, porque también hay que tener en cuenta algo importante, que muchas veces si no se cuenta con la voluntad del paciente esto no podría salir adelante.
Respecto  a los que agradecimientos que quiere hacer públicos mi familia, los mismos  van dirigidos especialmente al médico tratante, Dr. Elbio Altieri, a los Dres. Pablo Vázquez y Luis Vidal del Sanatorio Americano, que pusieron todo de sí para que el objetivo pudiera concretarse, y una mención no menos importante para el Dr. Diego Durand, que en reiteradas oportunidades golpeó las puertas del FNR  para que todo saliera favorable.
Asimismo y de manera general, quiero destacar la solidaridad y comprensión que me demostraron tantos amigos, compañeros de trabajo, allegados,  y por ahí personas que no conocía, pero que igualmente se acercaban para que uno entendiera que atrás del problema había  un total y desinteresado apoyo.
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Simplemente, un gracias enorme a todas las personas por el apoyo brindado hacia toda mi familia, porque de esta forma queda demostrado, que luchando y dejando todo en la cancha se puede hacerle frente a la burocracia.
Martín Corujo Idiart.
C.I. 3.727.698-1

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